MI HIJO SE CHUPA EL DEDO…Le puede provocar algún problema?

Los bebés ya se chupan el dedo desde antes de nacer, es un acto que aprenden durante la gestación.

Durante los primeros meses, al igual que el chupete, este gesto ayuda a que la boca y sus músculos a que se desarrollen correctamente y además les proporciona una sensación de placer y tranquilidad.

Sin embargo, no debe prolongarse en el tiempo, ya que el niño puede presentar una serie de consecuencias:

Que los dientes nazcan desviados, que empujen el paladar hacia arriba lo que provoca que la mandíbula no se ensanche para que los dientes tengan espacio, pudiendo necesitar una ortodoncia especial que abra el arco del paladar.

Que empujen los dientes hacia delante, esto hace que no muerdan correctamente, que tengan una pronunciación y articulación alterada como el ceceo y/o el seseo.

Que no respiren correctamente, estos niños les costará hacer esto, por lo que cogerán y echarán el aire por la boca.

Que tengan problemas para comer…

Por todos estos motivos, es conveniente que los niños dejen de chuparse el dedo a partir de cuando les empiezan a salir los dientes, debiendo haber dejado de chuparse el dedo por completo hacia los 4-5 años, que es cuando ya tienen todos los dientes.

Pero aproximadamente el 5% de los niños continúan chupándose el dedo en estas edades, es aquí cuando se debe acudir al logopeda y un odontólogo especializado en niños para evitar futuros problemas en la dentadura de nuestros pequeños.

Victoria Vicario Armada. Logopedia. Centro CRECEN y Centro Rodero