RIESGO DE DESHIDRATACIÓN DESPUES DE UN DAÑO CEREBRAL.

De todos es conocido que con la llegada del verano y las altas temperaturas tenemos que beber más agua de lo habitual. Hay que beber agua antes de tener sed, ya que TENER SED ES EL PRIMER SÍNTOMA DE DESHIDRATACIÓN.

En pacientes que han sufrido un Daño Cerebral, como un ictus, el riesgo de deshidratación aumenta y los síntomas se incrementan: pueden tener mareo, visión doble, dolor de cabeza, fatiga, sequedad de boca y de nariz, estreñimiento y retención de líquidos, dificultades para tragar, piel arrugada…

Hay que tener especial cuidado con los pacientes con Daño Cerebral que sufren DISFAGIA, donde el riesgo de deshidratación se incrementa por el dolor o molestia que puede darse al tragar, en los que el NIVEL DE ATENCIÓN O DE PERCEPCIÓN ESTÉ ALTERADO, pues en ocasiones ellos no son capaces de sentir sed y en los que presentan dificultades en el comunicación (AFASIA) enn los que no pueden expresar sus necesidades.

Algunas pautas de prevención de la deshidratación son:

  • Beber agua de forma constante, sin esperar a tener sed.
  • Beber aproximadamente 1.5 litros de agua al día, pero de forma paulatina a lo largo del día. En los casos de disfagia, utilizar espesantes o aguas gelificadas.
  • Seguir una dieta rica en frutas y verduras, ya que son alimentos con mucho agua y ayudan a la hidratación. En los casos de personas con disfagia, esta dieta se adaptará a la textura correspondiente o será dieta de fácil masticación.
  • Evitar la exposición al sol en horas críticas (de 13.00 a 17.00).