Numerosos estudios han mostrado que el consumo de opiáceos, cannabis, alcohol, inhalantes y psicoestimulantes asocian Alteraciones Neuropsicológicas

El consumo de cannabis, por ejemplo, produce alteraciones en las Funciones Ejecutivas, es decir, lentitud en la velocidad de procesamiento de información, déficits de atención, memoria, mayor dificultad para la toma de decisiones durante las horas y días posteriores al consumo. Estas alteraciones pueden llegar a cronificarse y ser severas cuanto mayor es la gravedad de adicción y con de edad de inicio de consumo más temprana.

En cuanto al consumo abusivo del alcohol, está asociado a un amplio rango de alteraciones tanto a nivel conductual (irritabilidad, agresividad, violencia…) como cognitivas: pérdida de habilidades psicomotoras, organización visoperceptiva, procesamiento de información, memoria y control ejecutivo, que con el tiempo pueden llegar a desarrollar una “Demencia alcohólica”

Por lo que se refiere a la adicción a la cocaína, la mayoría de estudios apuntan hacia la presencia de alteraciones en funciones cognitivas, como déficts de atención, memoria, habilidades psicomotoras, en la flexibilidad cognitiva, en la toma de decisiones y también conductuales (impulsividad, crisis de ansiedad..)

En todos estos casos una Intervención Neuropsicológica precoz, puede mejorar el funcionamiento cognitivo y conductual de los pacientes adictos a sustancias y con ello, mejorar su aprovechamiento de otras terapias psicológicas de eficacia bien establecida, como la de prevención de recaídas

Yolanda Buriel Jiménez. Neuropsicóloga Centro CRECEN