Hace poco tiempo atendimos en el centro CRECEN a un paciente que había sufrido un ictus y desde entonces la familia venía observando que sólo se comía la mitad de la comida del plato, la de la derecha, y que en casa siempre se golpeaba con objetos (puertas, marcos…) por su lado izquierdo…y no lo entendían.

La solución es fácil, este paciente presenta lo que llamamos una HEMINEGLIGENCIA post-ictus.

La HEMINEGLIGENCIA es un déficit provocado por un ictus, en la capacidad para atender a estímulos que proceden de uno de los lados del cuerpo, en este caso del lado izquierdo.

Por eso este paciente que había sufrido un Ictus en el lado derecho del cerebro presentaba una Heminegligencia Izquierda: se tropezaba con objetos situados a su izquierda, le costaba encontrar objetos en ese lado, tenía dificultades para vestirse de ese lado y para comer o leer…ya que estos pacientes omiten un lado de su campo espacial

Debemos aclarar que no se trata de un déficit visual,  lo que ocurre es que el paciente no busca los estímulos en el lado del espacio contralateral (opuesto) a la lesión cerebral (ictus) ni responde a ellos. La heminegligencia se debe por tanto, a un defecto de información que proviene del lado lesionado, y que afecta a la motricidad, la sensibilidad y la sensorialidad.

La heminegligencia interfiere en la recuperación física, cognitiva y funcional, por eso es importante la rehabilitación temprana de la misma siendo lo deseable un tratamiento interdisciplinar (rehabilitación neuropsicológica, fisioterapia y terapia ocupacional).

Yolanda Buriel Jiménez. Neuropsicóloga. Centro CRECEN