NEUROPSICOTERAPIA : El “Duelo” después de un Daño Cerebral
Tras una lesión cerebral por un Ictus, tumor cerebral, traumatismo craneal… se producen alteraciones físicas, funcionales y cognitivas, que conllevarán una alteración de la identidad previa del paciente, debiendo enfrentarse a un sentimiento de pérdida (de capacidades, de trabajo, de actividades de ocio…) que no deja de ser un proceso de duelo.
Este proceso de duelo se caracterizaría por la búsqueda de la recuperación, la fluctuación entre la euforia y la desesperación y un incremento del sentimiento de rabia. El principal aspecto diferencial respecto a los procesos de duelos más típicos (por ejemplo, la muerte de un ser querido) es la incertidumbre sobre el futuro. Además tras el daño cerebral, la persona dispone de menos recursos cognitivos y emocionales para afrontarlos de manera apropiada. Por eso, uno de los propósitos de la rehabilitación neuropsicológica es ayudar a las personas a entender esta realidad.
Butler sugiere un paralelismo entre el característico proceso de duelo ligado al daño cerebral y las etapas de duelo, por las que transitan los pacientes con enfermedades terminales, propuestas por Kübler-Ross. Según esta autora, las personas afectadas por una enfermedad incurable atraviesan cinco fases desde el momento en el que reciben el diagnóstico de la misma: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
La neuropsicoterapia, entendida como la aplicación de la psicoterapia en personas con daño cerebral, tiene como objetivo reducir el sufrimiento psicológico/emocional, promover una actitud activa de compromiso con la vida tal y como es tras la lesión y restablecer un sentido de propósito o significado a la vida.